A lo largo de los siglos, Roma ha sido un centro de expresión artística, moldeado por pintores, escultores y arquitectos cuya influencia ha dejado una huella duradera en la ciudad.
En la Antigüedad, arquitectos como Vitruvio (siglo I a. C.) sentaron las bases del urbanismo romano, mientras que los ingenieros imperiales dejaron monumentos emblemáticos como el Coliseo y el Panteón.
El Renacimiento vio emerger a Miguel Ángel (1475-1564), cuya Capilla Sixtina y Piedad ilustran su genio, y a Rafael (1483-1520), autor de refinados frescos en el Vaticano. Bramante (1444-1514), por su parte, inició la reconstrucción de la basílica de San Pedro, abriendo el camino a la renovación arquitectónica. Tras él, Giacomo Della Porta (1532-1602) prosiguió esta inmensa obra y completó la cúpula de San Pedro, participando además en numerosas fuentes e iglesias de la ciudad.
En la época barroca, Bernini (1598-1680) transformó Roma con sus esculturas teatrales y la columnata de San Pedro, mientras que Borromini (1599-1667) reinventó la arquitectura con formas audaces, como en San Carlo alle Quattro Fontane. Su rival, Carlo Maderno (1556-1629), aportó su visión del barroco completando la fachada de San Pedro e influyendo profundamente en la arquitectura religiosa. Domenico Fontana (1543-1607) también desempeñó un papel clave al diseñar grandes perspectivas urbanas y erigir varios obeliscos, otorgando a Roma una nueva monumentalidad.
En la pintura, Caravaggio (1571-1610) revolucionó el arte con su uso del claroscuro y un realismo impactante, influenciando a generaciones de artistas.
Durante los siglos XVIII y XIX se redescubrió el clasicismo con arquitectos como Giuseppe Valadier (1762-1839), quien remodeló la Piazza del Popolo, y con la influencia del neoclasicismo impulsada por Antonio Canova (1757-1822).
Finalmente, en el siglo XX, Roma siguió evolucionando bajo el impulso de arquitectos como Marcello Piacentini (1881-1960), quien estructuró el urbanismo fascista, y de creadores contemporáneos que continúan el legado artístico de la ciudad.
Francesco Borromini (1599 - 1667), importante arquitecto del barroco romano, desarrolló un estilo original transformando las formas clásicas con una marcada dimensión geométrica. Realizó la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, una obra maestra del barroco. Rival de Bernini, su carrera estuvo marcada por tensiones y una profunda melancolía. Su influencia fue limitada en su época, pero su obra fue redescubierta a partir del siglo XIX.
Rafael (1483-1520), figura emblemática del Renacimiento, ha dejado una huella duradera en el ámbito artístico y arquitectónico de Roma, como sus importantes frescos en el Vaticano y en la Villa Farnesina, cuyo estilo combina la finura del trazo y el dominio de los colores, dando inicio al manierismo. Muchas de sus obras se descubren en Roma y en los museos.
Caravaggio (1571-1610) revolucionó la pintura al combinar el realismo con un uso dramático del claroscuro, influyendo de forma duradera en el barroco. Formado en Milán antes de consolidarse en Roma, conoció un ascenso rápido gracias a sus mecenas. Su temperamento violento lo obligó al exilio tras un asesinato, pasando por Nápoles, Malta y Sicilia. Hoy en día, sus obras maestras pueden verse en varias iglesias y museos de Roma, lo que ilustra su impacto fundamental en la historia del arte.
Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), figura importante del barroco romano, sobresalió en escultura, arquitectura y pintura. Su arte, influenciado por el teatro, se distingue por el movimiento y los efectos espectaculares. Trabajó bajo varios papas y modeló Roma con obras emblemáticas como la columnata de San Pedro y la Fuente de los Cuatro Ríos. Muchas de sus obras se encuentran en palacios, iglesias y museos.
Michelangelo (1475-1564), artista emblemático del Renacimiento, sobresalió en escultura, pintura, arquitectura y poesía. Desarrolló un estilo caracterizado por un realismo anatómico y una intensidad expresiva. En Roma, realizó obras importantes como la Pietà y los frescos de la Capilla Sixtina. Su influencia marcó permanentemente la historia del arte, inspirando a generaciones de artistas. Perfeccionista y solitario, dejó un legado considerable.
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