En Roma, las comidas siguen una estructura típica: antipasto, primo, secondo y dolce. El antipasto ofrece entrantes como supplì o filetto di baccalà, mientras que el primo está dominado por pastas como los bucatini all’amatriciana o risottos. El secondo, plato principal, incluye especialidades como saltimbocca alla romana o abbacchio scottadito. Los acompañamientos, o contorni, incluyen verduras como las alcachofas a la romana y las cicoria. Por último, los postres tradicionales incluyen la panna cotta y el tiramisù, a menudo acompañados de un digestivo como el Amaro.
Frente al Panteón, Armando al Pantheon es una emblemática trattoria romana, abierta desde 1961, que ofrece los platos romanos tradicionales perfectamente preparados, entre ellos pastas y carnes, de la griccia a la cola de buey. Muy buena carta de vinos. Reserva necesaria con mucha antelación.
En el barrio de Monteverde, la Trattoria Da Cesare al Casaletto es una de las más conocidas de Roma por su auténtica cocina romana (cacio e pepe, gricia, fritti) y su ambiente agradable. Reservas recomendadas.
No lejos de la Fontana di Trevi, el Hostaria Romana es una muy buena trattoria con una excelente relación calidad/ precio para degustar la cocina local y regional en un ambiente auténtico.
En el barrio Salustiano, un hermoso horno de pizza, que hace buenas pizzas napolitanas! Pero también, de la cocina romana de calidad, incluyendo los clásicos fritos.
Maccheroni es un buen restaurante del barrio del Panteón, en pleno centro histórico, que ofrece cocina italiana, entre las que destacan sus famosas pastas carbonara, lasañas, canelones, etc.
No solo la Campana es el restaurante más antiguo de Roma con más de 500 años, no lejos de la Plaza Navona, pero su cocina local y típica es muy buena, con precios razonables, especialidades como la alcachofa romana o judía, las frituras, el cordero, el lechón, y también los postres.
Nannarella es uno de los restaurantes emblemáticos del Trastevere, que atrae a muchos turistas que pueden degustar la gastronomía romana, entre ellas las famosas pastas con porciones generosas, pero también carnes, en un ambiente vivo.
En Roma, las comidas siguen una estructura típica: antipasto, primo, secondo y dolce. El antipasto ofrece entrantes como supplì o filetto di baccalà, mientras que el primo está dominado por pastas como los bucatini all’amatriciana o risottos. El secondo, plato principal, incluye especialidades como saltimbocca alla romana o abbacchio scottadito. Los acompañamientos, o contorni, incluyen verduras como las alcachofas a la romana y las cicoria. Por último, los postres tradicionales incluyen la panna cotta y el tiramisù, a menudo acompañados de un digestivo como el Amaro.
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